Ufff, ¡maaaadre, madre mía! ¡Menuda pregunta me ha tocado! Bueno, si lo pienso bien… no será por las pocas veces que he mentido piadosamente (e incluso, no tan piadosamente, jejeje) a lo largo de mi vida. Buenoooo, vamos allá…
Una pregunta muy recurrente en mi casa, cuando yo era muy pequeña y desaparecía cualquier cosa era: “¿Y “esto”, Caro, a quién se lo has regalado? Y yo bien calladita, con mi cara de “pocker”… “¿cómooo?” Pues sí, me encantaba y necesitaba hacer regalos a cualquier invitado que entrara por la puerta. Y claro, a esa edad, con cinco o seis años, no iba a bajar yo a la calle a comprar nada…, tan sencillo como darme una vuelta por mi propia casa y encontrar algo que encajara con esa persona. Y, cómo no, envolverlo y añadir mi propio dibujo… y… “Ta Channn!!!”. Vamos, que el gusto por agradar, por que la gente se sienta bien y querida, me viene ya desde bien pequeña…
Y, para no remontarme más a los tiempos de “Maricastaña” me voy a ir a mis comienzos en el mundo de la Formación. Cuando me empeñaba en parecer una persona “seria y formal” y ocultaba mi sentido del humor y mi capacidad para quitar peso a cuestiones “trascendentales “de la vida, por no parecer menos profesional.
Ummm, y ¿qué más…? Ahhh, me acaba de venir mi propia boda a los 22 años. ¡A mi manera! Sin contárselo a nadie. Y, al coti-coti: Ayuntamiento de Estocolmo, pelo suelto y enredado, chupa de cuero de segunda mano, exquisito Tailandés y a “darlo todo” durante una larga y divertida noche. Vale, vale, todo hay que decirlo, luego me he vuelto a casar, esta vez sin secretos, pero de nuevo a mi manera.
Ahhh, y…, también desde hace ya mucho tiempo “me callo muchas cosas”. Sí, sí…, me las callo. Y es que me planteo…, “y… ¿para qué?, ¿para qué decirlo?” Si no ayuda al otro… A no ser que me pregunten directamente.
Y bueno…, tengo que reconocer que también ahora en el trabajo, cuando hago alguna dinámica o juego en el que tengo que contar alguna “mentirijilla”, me meto tantoooo, me lo creo tantooo, que me engaño hasta a mí misma. Ehhh, pero enseguida lo aclaro y explico el por qué y el para qué.